El alma de Gurí está en su equipo

Gurí es un proyecto vivo que se construye en equipo.

En cocina, Nicolás Zas da forma a una propuesta que une identidad rioplatense y carácter mediterráneo, trabajando con fuego, fermentos y tiempo.

En sala, Sheila Manguisi, nuestra sommelier, acompaña cada plato con una selección de vinos ecológicos —naturales, biodinámicos y tradicionales— pensados para realzar el carácter de nuestra cocina y ofrecer una experiencia completa.

Juntos compartimos una misma visión: una gastronomía sincera, técnica y emocional, servida en un ambiente íntimo, cercano y honesto.

Gurí es más que un restaurante: es un proyecto compartido, un equipo y una familia que cocina para emocionar.

La historia de Nicolás Zas no empezó en una cocina, sino en las aulas de ingeniería en Uruguay.

Unas vacaciones en Canarias cambiaron el rumbo de su vida: lo que iba a ser un mes se convirtió en casi una década, donde descubrió la gastronomía y encontró en ella su verdadera vocación.

Su camino lo llevó después a Australia, donde se formó en la exigencia de la alta cocina, y más tarde a Barcelona, ciudad que le abrió nuevas puertas y donde conoció a Beatriz, su compañera de vida. Juntos se trasladaron a Nueva Zelanda, una etapa decisiva que consolidó su visión global y su respeto absoluto por el producto.

De regreso a Barcelona, y con el nacimiento de Luca, su hijo, Nicolás encontró el impulso para crear Gurí: un proyecto que une sus raíces rioplatenses, la herencia mediterránea de su familia italiana y toda la experiencia adquirida en tres continentes.

“Cocinar es tender un puente entre memoria y presente, entre origen y futuro. Gurí es ese puente.”

Nacida en Puglia, al sur de Italia, Sheila se formó como sumiller en su país antes de trasladarse a Londres, donde vivió nueve años y obtuvo el WSET 3.

Su sensibilidad y experiencia en sala la llevaron a especializarse en vinos ecológicos, naturales, biodinámicos y tradicionales.

En Gurí, es la responsable de sala y maridajes, creando una experiencia sincera y auténtica que refleja tanto el carácter de los vinos como el espíritu de nuestra cocina.